La Pobla de Vallbona: del gran apagón al día sin agua, dos elementos esenciales en la vida de las personas que echan de menos cuando desaparecen
TICO
DE VICENTE.- La Pobla de Vallbona. Siempre se dice que nos acordamos de
las cosas más elementales cuando no las tenemos, cuando las echamos en falta o
cuando, por diversas razones o situaciones, carecemos de ellas. Lo cierto es
que en poco más de dos meses, el tiempo que transcurre entre el 28 de abril y
el 2 de julio, los vecinos de la Pobla de Vallbona saben a ciencia cierta lo
que se siente cuando algunos de los elementos esenciales desaparecen, de improvisto,
de nuestras vidas. El agua y la luz, dos productos fáciles de conseguir en el primer
mundo, pero al mismo tiempo imposible en países subdesarrollados, son
imprescindibles para la actividad económica, pero, también, y mucho, en los
hogares y las viviendas de los ciudadanos. Acciones tan cotidianas como fregar
la vajilla, limpiarse las manos o la higiene bucal, tomar una ducha o utilizar
el agua para cocinar se volvieron este miércoles en una quimera, en un imposible,
en algo tan fácil como inalcanzable. Por ello, el corte de agua que ha mantenido
en ascuas a los usuarios abonados a Hidraqua, concesionaria del agua potable
del casco urbano y de una buena parte de las urbanizaciones, ha sido una
auténtica piedra de toque de los tiempos que vivimos. Sin previo aviso, con un
accidente ocurrido en una de las tuberías principales que abastece a la Pobla
de Vallbona, los vecinos de esta localidad de Camp de Túria aún no habían
terminado el almuerzo cuando desde las redes sociales anunciaban el corte en el
suministro del agua. Una rotura provocada por un accidente del que no han
trascendido más detalles, provocaba un sunami entre los vecinos de este municipio
y retrotraía a sus habitantes a aquella jornada tan aciaga y típica de películas
futuristas que se vivió a finales del pasado mes de abril en España. Mientras se
buscan culpables, responsables y los autores que provocaron la increíble
situación de vivir sin luz durante más de una docena de horas en algunas partes
de España, la Pobla de Vallbona ha vivido una jornada tan sorprendente como
inexplicable.
Romperse una tubería general ha dado
a conocer la vulnerabilidad con la que se convive en un municipio de más de
28.000 habitantes en la actualidad, donde este tipo de servicios se consideran
imprescindibles para el día a día. No sólo el agua sino, también, la luz que
durante casi una jornada de lunes de finales del mes de abril se sucedió en España,
por completo, sin distinción ni ningún tipo de aquiescencia o favoritismo. La situación
se volvió en este miércoles más dura teniendo en cuenta el desarrollo de esta
primera ola de calor que asola a buena parte de la Comjunitat Valenciana.
Pese a la importancia y gravedad de
la situación, han sido necesarias unas cuantas horas para que la situación recobrase
la normalidad. Sin embargo, pese a que a las 20 horas desde las redes sociales
del ayuntamiento se había anunciado el final de la avería, lo cierto es que
muchas partes del término municipal han permanecido sin servicio del agua. Con
cerca de 39 grados de temperatura en las horas centrales del día, los mayores y
los niños han sido algunos de los más perjudicados.
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