Pouet i Aljubs en la Pobla de Vallbona: “urbanización precaria, surgida al margen del planeamiento y clasificada como suelo urbano al amparo del PGOU”
TICO DE VICENTE.- La Pobla de Vallbona. Palabras
tajantes y claras. Hasta el propio Ayuntamiento de la Pobla de Vallbona
reconoce la situación que se viven en numerosas áreas residenciales y núcleos
poblacionales repartidos a lo largo de los 33 kilómetros cuadrados de los que
consta el término municipal. Tras años y años de abandono, dejadez y gestión
sombría de los munícipes de la localidad, poco a poco se van dando paso con el
objetivo en el horizonte más cercano por dotar de las infraestructuras
necesarias a todas esas áreas residenciales de la Pobla de Vallbona. Una
resolución aprobada por el pleno municipal reconoce que las unidades de ejecución
del Pouet y Aljubs forman parte de esas urbanizaciones dispersas que no
disponen de red de evacuación. Las califica de “zona del territorio consolidada
por edificación destinada a segunda residencia, de urbanización normalmente
precaria, surgidas al margen del planeamiento y clasificada como suelo urbano
al amparo del PGOU en las unidades de ejecución de Pouet y Aljubs”, según el texto
refrendado por el pleno al que ha tenido acceso Infopoblano. De esta forma, se pretende iniciar algunas de las
infraestructuras pendientes de ejecutar, entre ellas, la prolongación del
colector general de alcantarillado. Sin embargo, no hay que olvidar que son
numerosos los núcleos que carecen de elementos esenciales en la vida diaria de
sus ciudadanos, repartidos por todo el territorio de la Pobla de Vallbona. El
documento de alcance del Estudio Ambiental y Territorial Estratégico del Plan
General Estructural de la localidad identifica, con claridad, todas aquellas
áreas pobladas pero que, en cambio, carecen de los servicios públicos desde
hace años.
De esta forma, hasta siete núcleos carecen de asfaltado,
otras trece áreas no disponen de saneamiento, otras once no tienen el alumbrado
público, en cuanto a aceras la cifra se fija en once núcleos mientras que las
que carecen de agua potable, según las mismas fuentes oficiales, son otras seis
y, por último, una tampoco disfruta de electricidad. En el mismo documento se
añade que “en los al menos 22 años que se consideraron estos suelos como
urbanos más el tiempo que llevan construidas las viviendas, se ha generado una
afección sobre el medio ambiente que ha llegado el momento de solucionar”. Las fuentes
oficiales agregan la necesidad de establecer una planificación temporal para la
ejecución de estas obras de urbanización, especialmente, en cuanto al
saneamiento, el agua potable y la accesibilidad.
El planteamiento municipal considera necesaria una
vinculación entre el desarrollo de los sectores de suelo urbanizable a la
previa o simultánea ejecución de las mismas. Por tanto, no se podrán ejecutar
nuevos sectores de suelo urbanizable si, simultáneamente, no se va solucionando
el problema de la urbanización de los núcleos diseminados. Y las mismas fuentes
advierten de que el suelo urbano delimitado en estos núcleos diseminados no se
puede ampliar respecto al contemplado en el planeamiento vigente.
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