La Pobla de Vallbona se queda sin ser “zona catastrófica” por las pérdidas millonarias ocurridas en la localidad en el mes de septiembre pasado
TICO DE VICENTE.- La Pobla de Vallbona. Tras más
de 6 meses de lenta espera trufada de incertidumbre e interrogantes, el equipo
de gobierno de la Pobla de Vallbona ha dado a conocer que la localidad se queda
sin la ansiada consideración de “zona catastrófica” que solicitaron en
septiembre pasado a raíz de los efectos tan adversos protagonizados con tormentas
de piedra, fuertes vientos y precipitaciones experimentados durante una tarde
de domingo, tal y como ha podido saber Infopoblano.
De esta forma, concluye la incertidumbre que se cernía sobre los efectos
atmosféricos ocurridos a finales del mes de septiembre del pasado año. Tal y
como consta en el material fotográfico difundido por este periódico, fueron
diversas las vicisitudes transcurridas durante poco más de una hora del domingo
17 de septiembre. Piedra con una intensidad nunca vista, campos anegados por la
lluvia y los efectos adversos de la piedra sobre los árboles frutales, calles
cortadas, carreteras inaccesibles, pinos arrancados de cuajo por la intensidad
del viento caídos sobre algunas calzadas del término municipal o roturas sobre
algunas fábricas de algunos polígonos industriales. Las consecuencias adversas
fueron múltiples. Por ello, desde el ejecutivo local de la Pobla de Vallbona se
configuró un expediente para solicitar del gobierno central la declaración de “zona
catastrófica” para la localidad que permitiría, de hecho, la llegada de un
paquete completo de ayudas y subvenciones económicas derivadas de aquel
episodio. Restituir los daños ocasionados constituía el principal objetivo de
la citad declaración oficial.
Los propietarios y dueños de
viviendas, parcelas, chalés o casas de campo esperaban con ansia y avidez la declaración
de zona catastrófica para poder financiar las pérdidas ocasionadas. Esta
declaración se concede en aquellos casos puntuales y extraordinarios si se
cumplen determinados requisitos y características. No en vano, cabe recordar
que en aquella jornada se registraron hasta 40 litros por metro cuadrado en
poco más de una hora y unos vientos de 98’2 kilómetros por metro cuadrados,
según los datos recabados por este periódico en fuentes de la Associació
Valenciana de Meteorologia (Avamet). La Pobla de Vallbona fue uno los
municipios más castigados por este episodio atmosférico, sólo superada por la
vecina de Benaguasil. Lunas rotas en multitud de vehículos, dañadas y otras
hechas polvo fueron una de las imágenes que más se divulgaron en aquellos días.
La situación llegó a tal punto que los talleres tuvieron que conceder citas con
diversas semanas de antelación para afrontar la elevada demanda de cambio de
las lunas de los vehículos.
La declaración de zona catastrófica
es una medida extraordinaria que concede el ejecutivo central para aplicar
diversas ayudas a los afectados por esta situación ante un desastre natural o
una emergencia, según las mismas fuentes. Entre los beneficios y las ventajas
que supone la citada declaración oficial figuran algunas como ayudas a
particulares por daños personales, en viviendas y en propiedades particulares,
además de subvenciones destinadas para infraestructuras o ayudas por daños en
producciones determinadas, entre otros.
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