La Pobla de Vallbona alcanza los 41’2 grados de temperatura y se convierte en el registro más elevado de los cuatro últimos años en la localidad

 

 

 

            TICO DE VICENTE.- La Pobla de Vallbona. Un calor asfixiante, una “ponentà” de las que hacen época, unos registros que hacía años no hacían acto de aparición y, sobre todo, una jornada de las que no se olvidan fácilmente. Los días finales de julio dejan su poso en un mes, especialmente, caluroso y duro en la Comunitat Valenciana, a las puertas de un mes de agosto en el que, habitualmente, las temperaturas suelen bajar a partir de la segunda quincena, con el final cerca de las vacaciones y la vuelta a la “normalidad”. Los registros de la Associació Valenciana de Meteorologia (AVAMET) dejaron constancia de las altas temperaturas que vivieron los ciudadanos de la Pobla de Vallbona el pasado lunes, con un inicio de semana, especialmente, duro, sobre todo para los más jóvenes, los mayores y las personas con algún tipo de patología previa. Son jornadas en las que la mejor fórmula para luchar contra ella consiste en tomar muchos líquidos y resguardarse de las altas temperaturas para evitar algún golpe de calor que puede ser, incluso, en algunos casos, letal. Según ha podido saber Infopoblano, los registros del pasado lunes alcanzaron los 41’2 grados a las cinco de la tarde y llegaron a superar los 40’1 grados que se desarrollaron en pleno puente vacaciones del mes de agosto de 2022, algo que parecía difícil de superar pero que, finalmente, fue posible por la conjunción de los registros altos, las fuertes ráfagas de viento y el ambiente seco. De hecho, la humedad relativa registrada en las mismas fuentes.

            Con un invierno rasgado por la escasez de lluvia y un otoño caracterizado por los episodios catastróficos en forma de precipitaciones torrenciales, los augurios no anticipaban, en modo alguno, noticias positivas sobre el actual periodo estival. Al contrario, las principales instituciones y entidades meteorológicas preveían un verano con fuerte calor, incluso más que el pasado verano. Y, de hecho, el lunes lo superó con creces, con los 41’2 grados a las cinco de la tarde, una baja humedad relativa de escasos 17% en total y un viento de poniente habitual en determinados días del verano. Los 41’2 grados que marcaron los termómetros el pasado lunes son el registro más elevado desde el año 2019, cuando la máxima estipulada estaba fijada en 41’1 grados. Desde entonces, las temperaturas dieron una tregua en plena pandemia, con 36’3 y 38’6 grados en los años 2020 y 2021, respectivamente.

            El año 2023 ha sido especialmente caluroso, con un invierno muy seco al registrar 19’6, 1 y 4’2 litros por metro cuadrado en los meses de diciembre, enero y febrero, respectivamente. Por el contrario, las temperaturas han ido aumentando los registros máximos, con un punto de inflexión en pleno paso del invierno a la primavera, al pasar de los 21’9 grados de máxima en febrero a los 31’1 grados en marzo. La primavera ha continuado, igualmente, calurosa, si bien en pleno mes de junio se han llegado a registrar 56’4 litros por metro cuadrado de precipitaciones acumuladas, a causa de los episodios de lluvias torrenciales caídas en jornadas determinadas del citado mes.