Primer pleno de la legislatura y primera bronca en la Pobla de Vallbona: rapapolvo del ex alcalde de Compromís a cuenta de los sueldos de los concejales y una compatibilidad
TICO
DE VICENTE.- La Pobla de Vallbona. La sesión de investidura del pasado
17 de junio fue el aperitivo y el primer pleno de la legislatura ha sido el
plato principal. Había mucha expectación por los reproches y críticas cruzadas
entre gobierno y oposición a cuenta de la formación del nuevo equipo de
gobierno –PP, Centrats y Cupo- y los efectos colaterales que ha supuesto en el
conjunto del pleno. Tras semanas de negociación, saltó la sorpresa después de
que tanto Centrats como Cupo, los dos al unísono merced al acuerdo conjunto previo
rubricado para blindarse, decidiesen –a través de sus bases- una coalición con
el Partido Popular tras una y dos legislaturas, respectivamente, en las que han
compartido gobierno con Compromís. Desde entonces, la tensión en el aire se puede cortar con
un cuchillo. Las malas relaciones derivadas de esa fractura entre Cupo y
Centrats por un lado y Compromís, como partido mayoritario del anterior
ejecutivo local, por otro, amenazan con marcar la legislatura. Está por ver si
los grados y la intensidad demostrada por Compromís durante esta primera sesión
se podrán mantener durante los cuatro años. Cuestión añadida y una de las principales
incógnitas de la actualidad será dilucidar si Josep Vicent Garcia permanecerá a
lo largo de todo el mandato o dejará su puesto a otro compañero de la coalición
de cara a los comicios del año 2027.
A las ocho de la mañana, bien
temprano, daba comienzo el primer pleno del actual mandato en el que se debatía,
principalmente, la organización de los plenos, las dedicaciones y los sueldos
de los concejales y, en algunos casos, las compatibilidades laborales. Con la
única ausencia de Jaime Ruix, de Centrats, en el pleno municipal, comenzaba la sesión con el sorteo de los miembros de las mesas electorales del próximo 23
de julio. Tras este trámite burocrático, los primeros aspectos formales fueron la mecha que prendía el fuego desde las filas de Compromís, cuyo
portavoz Josep Vicent Garcia salía en tromba para afear la doble vara de
medir de los populares al cambiar en escasos días su criterio defendido cuando
estaban en la oposición con aceradas críticas y su actuación ahora desde el
gobierno. García se mostraba partidario de los sueldos y de los salarios de
los ediles, pero recordaba el criterio del PP que durante la anterior
legislatura censuraba las dedicaciones exclusivas.
“No tienen credibilidad, lo
importante es el trabajo, el día a día de la gestión, es incoherente con lo que
decía el PP cuando estaba en la oposición, incluso en su momento votaron a
favor de un salario mínimo interprofesional para los concejales del gobierno”, aseveraba Garcia. Desde la banda del gobierno, el alcalde Abel Martí subrayaba que “estamos trabajando desde el primer día”, añadía que algunas partidas
presupuestarias “ya están agotadas” y, al mismo tiempo, anunciaba que el número de liberados “se
reducirá, la bajada del sueldo del alcalde es un detalle”.
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