La Pobla de Vallbona elimina una pieza de queso de las 4.000 cajas de navidad de los jubilados y pensionistas para cuadrar el presupuesto tras declarar desierta la primera licitación
TICO
DE VICENTE.- La Pobla de Vallbona. La situación económica que se vive,
actualmente, alrededor de la subida generalizada de los precios, que hunde sus
raíces en la invasión rusa sobre Ucrania, es una de las principales causas que
subyacen en la riada de licitaciones de contratos públicos que se han declarado
desiertas en los últimos tiempos. Ni los más viejos del lugar recuerdan una
situación como la actual en la que las empresas no se interesan por los contratos
públicos que sacan a licitación las administraciones públicas, especialmente
las locales, porque, en muchos casos y a tenor de sus renuncias, existen una
disfunción notable entre la valoración de las obras, los productoso los servicios
que aparecen en los citados procesos administrativos con el coste que las
mercantiles hallan, a continuación, en el mercado. Muchas de estas empresas consideran
que no resulta rentable, en términos de ganancia o beneficio económico, pujar u
optar por alguno de los contratos que, periódicamente, sacan a licitación las
citadas administraciones públicas. Deciden dejar de lado estos procesos al no
hallar alicientes o acicate en los mismos contratos al considerar que, en buena
parte de las ocasiones, están más cerca de perder dinero que de conseguir un
rédito empresarial.
La catarata de contratos que se
declaran, finalmente, desiertos aumenta a pasos agigantados y, más
especialmente, en una situación como la actual en la que los grados de
incertidumbre y de interrogantes que, en términos macro o micro económicos, se
pueden desencadenar a medida que pasan los días. De hecho, en el caso del
Ayuntamiento de la Pobla de Vallbona los contratos desiertos se incrementan a
un paso cada vez más acelerado que impide o retrasa la ejecución de
determinados proyectos, infraestructuras o, simplemente, la adquisición de productos.
Por ello, una y otra vez deben volver a sacar los procesos administrativos para
fructificar, finalmente, con el objetivo inicial. En este caso, el ejecutivo
local ha debido realizar una pequeña modificación con el propósito de que, al
final, alguna de las empresas especializadas en este tipo de contratos se
presente al mismo.
Cabe recordar que fue a mediados de
octubre cuando el consistorio vallbonense sacó a licitación pública el proceso
para adquirir las 4.000 cajas para los jubilados y pensionistas. Sin embargo, pocos
días más tarde fue declarado desierto y, ahora, ha vuelto a salir a licitación
pública. Entre un proceso y otro, el consistorio ha tenido que realizar algunas
modificaciones para que se adjudique, finalmente, a alguna empresa. Una de
ellas está referida al contenido interior de la caja de navidad. De esta forma,
si en la licitación inicial la caja contenía, entre otros, una pieza de queso
de 210 gramos mínimos, en la segunda licitación este producto desaparece. Sin
embargo, sí se mantienen una botella de cava de 75 cl, una botella de vino negro
de 75 cl, una caja de turrón de Xixona, una caja de polvorones, una caja de
pastas de té y una pieza de embutido ibérico. En total, 4.000 unidades, de
ellas 3.500 con alcohol y otras 500 sin alcohol son las características principales.
Comentarios
Publicar un comentario