Polvorín en la Casa Blanca de La Pobla de Vallbona: la maleza, la hierba seca, el abandono y el vertido de tejas de fibrocemento llenan este yacimiento arqueológico
TICO
DE VICENTE.- La Pobla de Vallbona. Nos adentramos en la conocida Casa
Blanca de la Pobla de Vallbona. Infopoblano
accede a uno de los enclaves históricos más importantes y conocidos de la
localidad que pudo ser la seña de identidad de por vida y que por culpa de su
derribo a principios de los años 80, para evitar que pudiesen resultar dañados
menores o visitantes, se borró una de las huellas que quedaban de los
antepasados. Desde entonces, desde su derribo efectivo, sufre el abandono y la
dejadez. Su aspecto se reduce, de hecho, a la proliferación de desechos,
materiales, basuras y un aumento vertiginoso de la maleza. Combinados estos
productos con las altas temperaturas que se han vivido este verano hacen del
yacimiento arqueológico un auténtico polvorín que puede desembocar, como única
escapatoria, en víctima de un incendio. Precisamente, el incendio que ocurrió
el sábado 6 de agosto pasado fue el toque de atención, la señal de alarma en
forma de advertencia. Las causas del fuego son una incógnita: una colilla
lanzada desde un vehículo, unos rastrojos quemados por alguien en una
imprudencia o la voluntad de alguien por dañar un lugar emblemático. La
incógnita persiste a día de hoy. Un pino de grandes dimensiones y con medio
centenario a sus espaldas fue el principal damnificado.
Sin embargo, a día de hoy el enclave
permanece hierático y con su semblante habitual: hierbas secas por doquier,
maleza en sus más de cuatro hectáreas y acumulación de residuos abandonados por
desaprensivos. El último de los desechos se sustancia en forma de tejas y están
conformadas a base de fibrocemento, un elemento que se ha demostrado,
científicamente, posee un efecto cancerígeno. Por ello, los protocolos obligan
a depositarlos en una cadena oportuna para su manipulación y, de esta forma, evitar
riesgos para las personas. El coste económico es, por tanto, evidente y, por
ello, los propietarios de las tejas de fibrocemento optan por dejarlas abandonadas
en cualquier lugar. En esta ocasión, varias tejas de este material permanecen
en el área perimetral de la Casa Blanca de la Pobla de Vallbona a la espera de
que sean tratadas correctamente por una empresa especializada.
La importancia del yacimiento
arqueológico de la Casa Blanca queda reflejada en su protección contenida en el
actual plan general de ordenación urbana (PGOU) de la Pobla de Vallbona, datado
del año 2006, ahora en proceso de revisión para adaptarlo a las condiciones
actuales. La Casa Blanca es una histórica masía construida por los religiosos
de la Cartuja de Porta-Coeli que cubría una extensión superior a las citadas
cuatro hectáreas. En su área de afectación se levantaron varias casitas de
campo que a día de hoy todavía están habitadas. Tras el proceso de
desamortización de Mendizábal, la conocida Casa Blanca pasó a ser propiedad de
pequeños y medianos vecinos hasta que ya en el pasado siglo fue abandonada por
completo. Finalmente, el edificio fue derribado por el ex alcalde Vicente Alba
ante el peligro de derrumbe. Una recuperación o restauración de esta
emblemática casa no fue ni siquiera contemplada.
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