Asador Mandrágora en la Pobla de Vallbona: 15 años de alquiler y 26.000 euros anuales en un espacio para acoger eventos y celebraciones populares
TICO
DE VICENTE.- La Pobla de Vallbona. El déficit en infraestructuras
que presentan, en ocasiones, los municipios es un hecho palpable que debe ser
corregido con fondos públicos municipales o con la llegada de subvenciones y
ayudas económicas para tratar de paliar esas carencias. Por ello, los gestores
de los ayuntamientos deben ingeniárselas para conseguir la financiación
necesaria para llevar a cabo todos los proyectos e iniciativas que demandan los
ciudadanos. La expansión urbanística y poblacional ha pillado con el paso
cambiado a muchos de los alcaldes y concejales que no han acompasado,
proporcionalmente, el aumento de su localidad –incluido el número de
habitantes- con la mejora de los servicios públicos que se deben ofrecer.
La comarca de Camp de Túria son el
paradigma del ámbito valenciano en el que la explosión poblacional y urbanística
que se originó con el nuevo milenio no se ha rubricado con el incremento de las
prestaciones, tanto en educación, como en sanidad, carreteras, urbanizaciones o
en servicios sociales. En muchos de los casos se han tenido que adoptar
soluciones a modo de “parches” para salir de la necesidad y, de esta forma,
continuar la vida cotidiana. Los ayuntamientos nunca han tenido una visión
global de las carencias y de las incesantes y urgentes necesidades de sus
ciudadanos. Más bien su visión ha sido a corto plazo en lugar de alargar más
allá su mirada.
Los planes estratégicos se han
erigido en un principio ineludible para los munícipes que, sin embargo, han
preferido gobernar paso a paso sin mayores complicaciones. Por ello, a día de
hoy muchas de las localidades de Camp de Túria presentan carencias históricas
en muchos de los sectores y materias esenciales para el desarrollo personal y colectivo
de la sociedad civil. Deben acometer planes incesantes para cubrir todas
aquellas necesidades y en muchas ocasiones necesitan de notables inversiones
económicas que se deben aportar por parte de las diversas administraciones
públicas.
El Ayuntamiento de la Pobla de
Vallbona prepara ya el proyecto del edificio del Mandrágora de la localidad.
Este edificio es de propiedad privada, está ubicado en la antigua carretera
comarcal 234, frente a la gasolinera del área oeste, y representa una de las
carencias que, actualmente, padece el casco urbano: la falta de espacio para
llevar a cabo celebraciones y actos de ámbito popular, en el que cientos de
personas se puedan reunir en virtud de alguna iniciativa de tipo social,
cultura o festivo. Para ello, según ha podido saber Infopoblano, el ejecutivo
local ha llegado a un acuerdo con los propietarios para dar un uso al recinto.
Sin ningún tipo de actividad desde
que más de seis o siete años dejó su periplo dedicado a la restauración –la
última con reminiscencias portuguesas- y ahora se podría dedicar a un edificio
municipal. El acuerdo bilateral contempla 15 años de alquiler con posible
ampliación –si así lo acuerdo ambas partes- aunque sin opción de compra. Los
dos primeros años se abonarán 20.000 euros que, posteriormente, se ampliarán hasta
los 26.000 euros anuales. Si bien el ejecutivo local pretendía la inclusión de
opción de compra, finalmente no se ha podido conseguir. Una vez terminado el
plazo de alquiler se negociarán diversas posibilidades. De momento, existe ya
un proyecto de inversión, que incluye las obras de adecuación, de acuerdo al
proceso actual cuyo pliego de licitación podría ser una realidad en los
próximos meses.
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