Un uso para las pieles de cebolla de la Pobla de Vallbona: un estudio propone producir pellets para la calefacción
TICO
DE VICENTE.- La Pobla de Vallbona. El destino final de las
tradicionales pieles de cebolla ha sido, históricamente, un misterio para buena
parte de la opinión pública. Esta situación se ha extendido entre los
ciudadanos, especialmente en aquellos municipios ligados al cultivo y
producción de cebolla en la agricultura. La Pobla de Vallbona, localidad asociada
a esta hortaliza, es uno de los paradigmas donde la cebolla constituye uno de
los ejes fundamentales que da empleo a cientos de personas en esta localidad.
Un trabajo de fin de grado en
ingeniería mecánica, elaborado y publicado por David Castellano, aboga por
ofrecer una alternativa a los residuos que se generan en el proceso productivo.
Producir pellets a partir de las pieles de las cebollas es una de las
conclusiones que se desarrollan en el trabajo académico. Generar una
utilización de estos residuos vegetales es una de las grandes novedades que se
han conocido en los últimos años. No sólo se trata de generar una alternativa
sino de ayudar al sostenimiento del planeta.
Según afirma Castellano en su
trabajo, “el elevado volumen anual de residuos provoca problemas medioambientales,
paisajísticos, económicos y de gestión”. Limpiar las calles de los restos de
los residuos y aprovechar los residuos para generar pellets con los que se
puedan calentar los hogares, los grandes espacios, las piscinas climatizadas y
en aquellos lugares cerrados son la principal conclusión de Castellano. Este
tipo de residuos con los que se confeccionan, posteriormente, los pellets
constituyen una vía para generar energía renovable, frente a aquellas más
contaminantes.
El estudio habla, precisamente,
sobre esta problemática al asegurar que más del 80% del abastecimiento
energético de España procede de las energías fósiles, otro 13% es energía
nuclear y, finalmente, otro 6% es energía renovable. Por tanto, el 94% de las
energías fósiles no renovable suponen un enorme desgaste medioambiental y al mismo
tiempo conlleva una dependencia directa del abastecimiento exterior para cubrir
las necesidades destinadas al uso comercial, doméstico e industrial,
principalmente.
El autor del trabajo enumera todas
las fases que se deberían realizar o llevar a cabo para convertir las pieles de
cebolla en los famosos “pellets” que se sirven habitualmente, en distintos
sectores económicos, para la producción de energía, limpia y renovables. De
esta forma, se emplean técnicas respetuosas con el medio ambiente al tiempo que
se siguen las directrices de la denominada economía circular en la que se
aprovechan todos los elementos y productos empleados en cualquier actividad.
Por ello, el trabajo universitario
profundiza en la maquinaria que se empleará para culminar el proceso de producción
de los pellets. La trituradora se confiere como una de las impulsoras para que
las pieles de cebolla acaben siendo un pellet que, más tarde, servirá para las
calefacciones. De esta forma, toma forma uno los proyectos pioneros a la hora
de terminar con los restos de cebolla esparcidos a lo largo de todo el término
de la Pobla de Vallbona, una imagen muy habitual. Los alrededores de las naves
y los almacenes dedicados a la producción de la cebolla son un buen ejemplo.
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