Y los puticlubs dijeron “Adiós” en la Pobla de Vallbona tras más de 20 años de trayectoria y convivencia vecinal
TICO DE VICENTE.- La Pobla de Vallbona. Durante años y décadas, el nombre de la Pobla de Vallbona estuvo asociado a algunas partes de su historia: el busto de Franco, las cebollas y los “puticlubs”. Actualmente, solo las cebollas continúan su andadura como motor económico en la localidad mientras que los dos otros elementos forman parte ya de la historia más reciente del municipio. El busto de Franco fue retirado de una de sus plazas más céntricas en pleno corazón del casco urbano. Los “puticlubs”, por su parte, fueron clausurados por el ayuntamiento entre los años 2005 y 2007 por sus anomalías y deficiencias urbanísticas. Parte esencial en la vida diaria y cotidiana, estos clubes de señoritas fueron santo y seña de la Pobla de Vallbona que traspasaron fronteras por su elevado número en el casco urbano y zona de peregrinación de cientos y cientos de consumidores de este tipo de establecimientos llegados desde cualquier lugar y municipio valenciano. Su existencia estaba, absolutamente, integrada en el ecosistema y el paisaje de la Pobla de Vallbona, un establecimiento añadido del casco urbano más allá de las “labores” que se realizaban entre sus paredes. El apogeo y el cénit de estos “puticlubs” alcanzó cotas inimaginables para gran parte de los habitantes de la localidad que asistían con absoluta naturalidad al ir y venir del público que cada tarde acudía a estos establecimientos. Hasta cuatro clubes se llegaron a abrir durante los más de 30 años de historia. Todos ellos establecidos en el casco urbano, tres de ellos en un mismo barrio, cercanos unos de otros en el ala oeste, mientras que el restante yacía décadas en el área este. Todos ellos guardaban entre sí una misma actividad: la presencia de mujeres como reclamo para atraer a su potencia clientela. Sector en boyante crecimiento, los puticlubs formaban parte ya de la idiosincrasia de la Pobla de Vallbona, motivo de atracción turística a falta de monumentos o restos históricos en su término municipal. Sus alrededores estaban plagados de coches de gama alta durante las horas en los que permanecían abiertos al público. Los fines de semana y las horas nocturnas constituían el momento de mayor afluencia y trasiego de vehículos y clientes.
Sin embargo, tal semana como la
actual de hace tres lustros fue clausurado el último “puticlub” del casco urbano.
Ubicado en la calle Sant Francesc de la Pobla de Vallbona, este establecimiento
era el que pasaba más desapercibido entre los vecinos. Lejos de los focos de
los transeúntes, era uno de los más antiguos de la localidad que yacía entre un
antiguo almacén de cebollas, una planta baja dedicada a la cría de cerdos y
viviendas unifamiliares. Meses atrás, el ayuntamiento clausuraba los otros tres
establecimientos dedicados al placer sexual por unos motivos comunes:
deficiencias técnicas y urbanísticas en los locales y ausencia de subsanación
de estas anomalías por parte de los propietarios de los mismos. Poco a poco,
dejaron atrás su impronta hasta quedar, absolutamente, en el olvido más
reciente. Febrero del año 2007, hace tres lustros exactamente, quedó grabado ya
en la mente de muchos de los vecinos de la Pobla de Vallbona. Actualmente, sólo
un puticlub en el polígono industrial del Mas de Tous permanece abierto.
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