TICO
DE VICENTE.- La Pobla de Vallbona. La sexta ola de coronavirus campa
a sus anchas la víspera del día de Nochebuena, una de las citas que en la sociedad
occidental supone, indefectiblemente, reuniones familiares en torno a una mesa
para celebrar la tradicional cena navideña. Los augurios más pesimistas por
parte de las instituciones científicas y médicas sobre una escalada notable en
la incidencia de nuevos casos por la covid entre los ciudadanos se cumplen a
rajatabla. Durante las dos últimas semanas, los nuevos casos se han llegado a
duplicar y triplicar en algunas localidades y constituyen uno de los peligros que
planean sobre las fiestas navideñas. Esta circunstancia ha obligado al gobierno
de España a tomar nuevas medidas para apaciguar el repunte de nuevos casos, en
consonancia con las medidas que se están tomando en buena parte de Europa.
Volver a la obligatoriedad de las mascarillas en los espacios exteriores, más
allá de la cercanía o lejanía de otras personas, es una de las novedades que se
han aprobado. El objetivo del gobierno de Pedro Sánchez tiene como finalidad
contener la curva ascendente en materia de nuevos contagios, al mismo tiempo
que se multiplican los contactos sociales. La gravedad que se está viviendo,
actualmente, es fruto de la relajación de las medidas que hasta ahora se han
tomado. Las nuevas variantes del coronavirus y la alta propagación de las
mismas es uno de los inconvenientes principales a los que se tienen que emplear
a fondo los científicos y médicos. Una simple visita a las estadísticas que se
sustanciaron en las navidades del pasado año 2020 y su mirada con el presente
año es suficiente para comprender el actual peligro.
En el caso de la comarca de Camp de
Túria existen a día de hoy hasta tres localidades con una incidencia por encima
de los 700 casos por cada 100.000 habitantes y, por tanto, se hallan en una situación
de riesgo máximo. Se trata de los casos de Bétera, Casinos y Bétera. El resto
de localidades se afanan por contener el crecimiento de nuevos casos, aunque
con escaso éxito. De hecho, un repaso a todos los criterios que se estudian
arrojan unos datos demoledores, tanto en personas contagiadas en total desde el
inicio de la pandemia en marzo de 2020, como en casos registrado en los últimos
catorce días y, por último, en número de fallecidos. En Camp de Túria se ha
pasado de 3.433 personas contagiadas en el día 22 de diciembre del pasado año a
los 16.139 de la actualidad o en decesos, con más del doble, de los 79 a los
220 actuales. Ningún dato es esperanzador. Solo Gátova y Marines tienen una
incidencia igual a cero entre ambas fechas. En algunas localidades las cifras
se triplican, como Casinos que pasa de 288 a 864 en total, o l’Eliana que
también pasa de 175 a los 647 de la víspera de Nochebuena. El caso de Serra es
uno de los paradigmáticos, de los 96 casos por cada 100.000 habitantes de las
navidades pasadas a los 736 de la actualidad. Olocau, además, también pasa de
cero a 508 casos. La Pobla de Vallbona, por su parte, pasa de 249 a 581 casos.
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