Más de 80 pisos, parcelas y propiedades permanecen en manos de los bancos y entidades financieras en la Pobla de Vallbona tras la crisis económica, con precios de hasta 2’1 millones de euros

 

TICO DE VICENTE.- La Pobla de Vallbona

En los libros de historia se denomina los “felices años 20” a la década en la que la expansión económica y financiera adquiere una mayor impronta y fuerza en la que la prosperidad alcanzó cuotas nunca vistas. Tras los años posteriores a la primera guerra mundial -1914-1918-, buena parte de los países europeos y Norte América crecieron a un ritmo vertiginoso a la misma velocidad que se generaba una “burbuja especulativa” que precedió al crack del 29. Fue en ese año cuando la estructura social, económica y política sacudió todos los cimientos jamás registrados que dio paso al auge de los regímenes fascistas en Alemania e Italia como prólogo a la temida II Guerra Mundial. Tomando como analogía esta concatenación de acontecimientos, en España y buena parte de Europa, además de Estados Unidos, fue a partir del año 2008-2009 cuando se empezó a gestar el crack económico. Los felices años 90 y 2000 fueron de un ritmo endiablado, de un crecimiento desmesurado y de una prosperidad inimaginable. Las entidades bancarias se dedicaron a facilitar y alentar decenas de miles de préstamos bancarios refugiados en un “boom inmobiliario” que supuso cuantiosos beneficios en el sector de la construcción y el urbanismo. El resto ya es imaginable: un crack económico que puso las cosas en su sitio. La burbuja pinchó y dejó en la calle y en la miseria económica y social a miles y millones de personas en todo el mundo. Las entidades bancarias, esas mismas que habían facilitado préstamos, apretaron las tuercas a sus clientes hasta el punto de que las mismas propiedades que habían ayudado a sus inquilinos a comprar pasaron a sus manos por motivos de impago. 

            Fruto de esa situación, en la Pobla de Vallbona, actualmente, más de 80 pisos, parcelas y diversas propiedades urbanísticas e inmobiliarias están en manos de las entidades bancarias y financieras a la espera de deshacerse de ellas y obtener pingües beneficios. El negocio ha sido redondo para esas entidades. Primero ganaron dinero con los préstamos, más tarde recibieron el rescate del Estado para afrontar el crack inmobiliario y ahora esperan continuar ganando dinero. Su fórmula es clara: ganaron cuantiosos beneficios y nacionalizaron las pérdidas cuando vinieron mal dadas. La oferta que los principales portales inmobiliarios especializados tienen en su cartera, según ha podido comprobar Infopoblano, abarca una variedad muy completa de precios, tamaños, prestaciones y características intrínsecas. Una de las más caras abarca los 2’1 millones de euros, en la Pobla de Vallbona. Una superficie de 4.578 metros cuadrados, a razón de 469.088 euros el metro. Negocio redondo y excelso. Junto a esta oferta, también existen otras de entre 2’2 y 2’3 asentadas en antiguas superficies donde estaban previstos diversos pelotazos urbanísticos. También existen chalés y unifamiliares de entre 200.000 y 300.000 euros, que se completan con viviendas en pleno casco urbano a 57.000, 70.000 e, incluso, a 85.000 euros. Para todos los gustos. Existen, además, plazas de garaje, a un coste de 7.000 euros que sirven a muchos vecinos como lugar para resguardar sus vehículos de cualquier tentación malhechora. La falta de sótanos y garajes es una deficiencia muy habitual y extendida en buena parte de los edificios del casco urbano de la Pobla de Vallbona, rasgo de los inmuebles más antiguos, pero, también, de los más recientes, síntoma del apetito insaciable de las grandes empresas constructoras e inmobiliarias.