Clase de periodismo en el pleno de la Pobla de Vallbona: gobierno insolente, oposición incompetente
INFOPOBLANO.- La Pobla de Vallbona
Los plenos ordinarios de la Pobla de Vallbona –el segundo martes de cada mes- se caracterizan por una escasez de temas y puntos a tratar en cada sesión pese a tratarse de una localidad de alrededor de 27.000 habitantes, en contraposición a otros municipios de Camp de Túria de similares rasgos poblacionales y con parecido empuje económico. Además, muchos de los puntos que se llevan a las sesiones no son objeto, en muchas ocasiones, de un debate profundo o enconado, dado que, una variedad de ellos, no pasan por ser un trámite necesario para su puesta en funcionamiento. De vez en cuando, surge el debate y la reflexión a raíz de algún tema más polémico o enjundioso, si bien no suele ser la mayoría de veces. Son contadas las ocasiones en las que ocurre esta situación. Por tanto, los plenos suelen ser placenteros para el gobierno mientras la oposición está más pendiente de mirarse el ombligo. Los plenos deberían ser una ocasión ideal para confrontar ideas, proyectos y programas para el modelo de ciudad que se quiere para la Pobla de Vallbona. Sin embargo, quedan aletargados por la aparición de los egos, de las filias y de las folias, de la desgana y del desinterés propio de otras latitudes. Cuando todo esto ocurre, entonces todo queda reducido al turno de los ruegos y preguntas, ese espacio en el que todos los concejales de la oposición, todos y cada uno de ellos, pueden formular un ruego y una pregunta sobre cualquier tema de interés público. Interpelar y fiscalizar a los ediles del gobierno, que gestionan un área determinada, es el principal foco de atención. La única posibilidad de lucirse y demostrar a la audiencia –las sesiones son retransmitidas en directo- de sus capacidades para controlar cada uno de los temas.
Llegados a este punto, el último pleno ordinario fue una buena demostración de esta dualidad de proceder, entre un gobierno exultante envuelto en el éxito y una oposición rasgada por la bisoñez y la mediocridad. El tratamiento de los partidos de la oposición en los medios de comunicación públicos –tanto la radio como la televisión municipales- fue objeto de debate. La oposición se quejó de la escasez de apariciones de todos los partidos en los medios pagados por todos. Un simple vistazo por los últimos programas informativos de ambos medios es suficiente para cerciorarse del silenciamiento de la oposición. Ni un breve ni una sola palabra. Nada de nada. Silencio total y absoluto. La verdad es que tienen razón en quejarse. Un medio pagado por todos debe estar abierto a todos. Sin excepciones. Es normal que el gobierno aparezca con mayor profusión, pero no menos verdad es que de vez en cuando se puede trufar alguna aparición de algún partido de la oposición. El gobierno se defiende en que no tiene nada que ver a la hora de decidir la jerarquía en las escaletas ni el tratamiento. Y añade que la oposición no puede salir en los medios porque no gestiona ningún área del ayuntamiento. Según esta teoría emanada del ejecutivo de la Pobla de Vallbona, cuando gobernaba el PP en la Generalitat -años 1995 a 2015- en Canal 9 no salía la oposición porque no gestionaba ningún área y la televisión pública solo se hacía eco de las "hazañas" del gobierno de Camps y, por tanto, el proceder era el correcto: todo para el gobernante y nada para la oposición. Craso error. El silencio a la oposición no se justifica nunca, sean derechas o izquierdas las que gobiernen. Al lado de la presentación de un proyecto, junto a la aparición de un político del gobierno o seguido de un edil del ejecutivo siempre se puede añadir alguna opinión de alguien de la oposición. Que durante la época de gobierno del PP en Telepobla no se procediese de forma congruente, dar cabida a gobierno y oposición en un medio público, no justifica que ahora se haga lo mismo: engrandecer al gobierno e ignorar al resto de partidos. La oposición replica en que nunca les llaman, pero la oposición también puede llamar directamente a los periodistas. Si Maoma no va a la montaña que vaya la montaña a Maoma, algo de cajón. En muchos municipios de l'Horta y del área metropolitana de València existen lo que se conoce como "Consell de Redacció" en el que están representados los trabajadores del medio de comunicación y que suponen el blindaje de la redacción ante cualquier halo de injerencia o intento de manipulación del gobierno o de la oposición. Además, también disponen de un "Consell Rector" en el que tiene cabida todos los partidos políticos con representación municipal cuyo cometido es la gestión de ese medio. Ambos organismos están formalizados, actualmente, en À punt, la misma que publicó, precisamente, que el alcalde de la Pobla de Vallbona es el que más cobra de los políticos de la Comunitat con una dedicación parcial.
¿Cuántas veces han llamado los periodistas de los medios públicos de la Pobla de Vallbona a los ediles de la oposición? ¿Cuántas veces han llamado desde el gobierno a los medios municipales para alertarles de alguna noticia importante para publicar? ¿Cuántas veces han llamado los ediles de la oposición a los medios pagados por las arcas municipales para salir en los mismos? Sería bueno conocer las respuestas a todas estas cuestiones. Cuestión de talante y de talento.
En los plenos de la Pobla de Vallbona, se ve la talla tanto humana como política de nuestros ediles edilas, alcalde/alcaldesa, pues cada cual en político muestra lo que en humano es. Y la verdad es que se esfuerzan barbaridad por mostrase educados y correctos/correctas, sin que puedan evitar la naturaleza real que cada cual lleva en su personalidad. En determinados momentos los plenos se parecen a los programas de TV donde lo mejorcito de cada casa se enfrenta a lo mejorcito de cada casa, donde lo mejorcito de cada casa sale airados/das, y los que no llegan salen que no sabes si salen o entran.
ResponderEliminarLo cierto es a todas luces que si nuestro pueblo está representado por estas personas, el pueblo carece de luces. Pobla Noticias al mostrar los defectos de nuestros ediles/edilas, queda un poco pelota, pues disimula muchos defectos que todos vemos y no aprobamos.
So. Andrés Castellano Martí.