Un litigio judicial impide derribar la finca de la Cens de la Pobla de Vallbona tras el anuncio del gobierno de que empezaría en julio pasado
TICO DE
VICENTE.- La Pobla de Vallbona
Julio era el mes previsto para llevar a cabo el inicio
del proyecto de derribo de la conocida finca de la Cens, un vetusto edificio
con casi medio siglo de historia que alberga tras de sí un legado notable de
anécdotas y episodios vividos por sus vecinos. Las 49 viviendas y la planta
baja de la Cens, ubicada en pleno casco urbano, en la conocida Calle Colón,
todavía seguirán formando parte del paisaje que día tras día los vecinos de la
Pobla de Vallbona contemplan con cara de preocupación y al mismo tiempo de
estupefacción por el peligro que supone para cualquier viandante. Está
declarado en ruinas por la deficiente conservación que se ha efectuado durante
los últimos lustros en la misma. Los episodios vividos hace escasas semanas en
algunas localidades valencianas como Peníscola, donde un edificio estival de
apartamentos en pleno municipio costero se derrumbó. En palabras del edil de
urbanismo de la Pobla de Vallbona, Juan Aguilar, “no duermo tranquilo” ante
esta posibilidad. Por ello, el ejecutivo local ha llevado a cabo durante el
presente año todas las gestiones para expropiar las viviendas que estaban en
manos privadas o en fondos de inversión para proceder al derribo municipal.
Paralelamente, también se han acelerado los trámites para licitar el contrato
de la empresa que se encargará de ejecutar el derribo del edificio, según los
plazos y las fases previstas en el proyecto.
Sin embargo, un litigio judicial por parte de un propietario, cuyas razones no han trascendido de momento, es el principal escollo que ha dado al traste con los planes que tenía previstos el Ayuntamiento de la Pobla de Vallbona. De momento, no se podrá efectuar este urgente derribo que día tras días continúa deteriorándose. De hecho, un invierno causó daños materiales al desprenderse diversos cascotes y partes de su estructura. Por suerte, los daños fueron únicamente materiales. Por ello, se hace necesario su derribo para evitar daños y al mismo tiempo destinar este solar de propiedad municipal a usos dotaciones públicos. Al parecer, la esperar podría demorarse todavía durante unas semanas ya que hasta que las instancias judiciales no se pronuncien al respecto de la citada denuncia judicial impuesta no se puede llevar a cabo ningún tipo de actuación. La ansiada desaparición de este emblema y símbolo de la Pobla de Vallbona no será una realidad hasta que el litigio judicial desaparezca y el ayuntamiento tenga ya el camino expedito para ejecutar el derribo.
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