TICO DE
VICENTE. La Pobla de Vallbona
Las cifras del paro no dejan de
aportar aspectos negativos en los últimos meses en la Pobla de Vallbona. Las
buenas expectativas en el resto de España, traducidas en datos muy positivos,
no se han podido trasladar a esta localidad de Camp de Túria que ve con
preocupación que las campañas estivales, muy propicias para ello, no han
supuesto un alivio para muchos jóvenes y personas en paro de larga duración. Al
contrario, el desempleo ha vuelto a arrojar más datos alarmantes. El pasado mes
de agosto, hasta un total de 54 personas volvieron a engordar las listas del paro,
según el portal de Labora, el organismo autonómico dependiente de la
Generalitat Valenciana encargado del empleo y la formación en la Comunitat. Las
últimas tendencias de la localidad no invitan al optimismo, lastrado por la
pandemia y por una curva creciente de nuevos desempleados, pese a los planes de
empleo y formación locales, que podrían suponer un alivio o una minoración de
los datos en materia de creación de puestos de trabajo local. De este modo,
entre julio y agosto se ha pasado de los 1.879 desempleados a los 1.933 sin
trabajo de agosto, es decir, las referidas 54 personas que han vuelto a perder
un puesto de trabajo. Si tomamos como referencia enero de este mismo año 2021,
las cifras vuelven a ofrecer una pérdida de 32 desempleados más. De hecho, solo
entre junio y julio pasados podemos certificar una disminución de 5 personas
que hallaron un empleo, de los 1.884 a los 1.879 desempleados.
Si echamos la vista atrás, podemos
observar hasta qué punto la pandemia ha actuado como un lastre o una rémora en
términos de empleo, ya que en agosto de 2019 el paro estaba cifrado en 1.599
personas, es decir, 334 personas menos, una tendencia que, vista en
perspectiva, crea desazón. Se trata de dos años de diferencia que demuestran el
daño de la pandemia y las consecuencias médicas, sociales y económicas que ha
desencadenado desde entonces. Además, cabe recordar que semanas antes de la
irrupción de la Covid las cifras del paro se situaban en 1.552 personas sin
empleo en enero de 2020. Inmediatamente, en marzo de ese mismo, en plena
ebullición de la pandemia, el paro se disparó hasta los 1.700 desempleados, es
decir, 148 en solo un mes de diferencia. Las mujeres continúan siendo una de
las grandes perjudicadas en esta tendencia laboral tan negativa. En el último
periodo analizado, agosto pasado, de las 1.933 personas paradas había 1.196
eran mujeres –un 61’8% sobre el total- mientras que el resto -737 y un 38’1%-
eran hombres. Esta tendencia se repite mes tras mes con precisión matemática. Antes
de la pandemia, esta proporción contraria a las mujeres era más acentuada: en
agosto de 2019 había un 62’72% de mujeres paradas frente a los 37’27% de
hombres. En cuanto, a los sectores más perjudicados, cabe destacar que en
agosto pasado la mayoría de los parados pertenecían al sector de los servicios
con 1.292 personas, otras 247 eran del sector de la industria, otras 165 de la
construcción y, por último, 63 del sector agrícola. Los restantes 166 parados
no están englobados en un sector determinado.
En cuanto a la generación de
contratos, cabe reseñar que en agosto pasado se llevaron a cabo un total de
438, de los que 238 correspondieron a hombres y los restantes 200 eran de
mujeres. En cuanto a las franjas de edad, la mayoría de las nuevas
contrataciones se realizaron a hombres -116 sobre el total- de entre 25 y 44
años, seguidos de otros 107 de mujeres de la misma franja de edad, los 71 de
hombres menores de 25 años o los 51 de hombres y otros 51 de mujeres mayores de
44 años.
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