Varapalo de la Generaliltat a la Pobla de Vallbona: una estación de tren en la zona sur del casco urbano “no es adecuado”

     

            TICO DE VICENTE.  

       Poco a poco se van conociendo aspectos sobre el futuro urbanismo de la Pobla de Vallbona. La revisión del actual plan general de ordenación urbana (PGOU), que data del año 2006, se hace necesaria para adecuar los 33 kilómetros cuadrados de los que consta el término municipal a la demanda actual del mercado. El ordenamiento urbanístico contenido en el documento que entró en funcionamiento en el año 2006 –tras un rifirrafe importante entre ayuntamiento y Generalitat a cuenta de la moción de censura que descabalgó al PP de la poltrona- se ha quedado anticuado y en muchos aspectos no recoge las variaciones de la realidad tras una cruenta crisis económica iniciada en 2011. De hecho, el actual planeamiento contemplaba más de 90.000 habitantes si se hubiese desarrollado, completamente, el citado PGOU, algo impensable con el devenir social y económico de los últimos tiempos.

 

            No solo eso, muchos de los aspectos que se contemplaban en el citado plan general no se han llevado a cabo, por falta de voluntad política de los distintos gobiernos que han pasado por el ayuntamiento, por la imposibilidad técnica y económica o, simplemente, por dejadez. Además, en otros aspectos cabe señalar el desacuerdo de otras instancias superiores que se deben encargar de dar el visto bueno a un proyecto determinado por razones técnicas o en otras por argumentos crematísticos. En este caso, hay que señalar que una antigua reivindicación como construir una nueva estación de tren en pleno casco urbano, en el área sur, ha quedado descartado completamente. Sin embargo, este aspecto ha quedado silenciado o ignorado, tanto por el equipo de gobierno como por los partidos de la oposición. Ni unos ni otros han insistido en este tema y los vecinos serán los que, una vez más, tendrán que continuar recorriendo centenares de metros para acceder al tren de la línea que conecta la capital de la comarca, Llíria, con el cap i casal.

             Un informe fechado el 25 de julio de 2018, según la información a la que ha tenido acceso Infopoblano, señala que “no considera adecuada esta propuesta siendo más desechable que se localice un aparcamiento disuasorio junto a la parada de metro actual”. El aparcamiento que la Generalitat arguye en su informe ya ha sido construido, aunque ello no deja de ser un inconveniente para los vecinos que deben hacer uso de vehículos particulares y, por tanto, mayor contaminación, una de las directrices que van en contra de los acuerdos de París que hablan de una reducción de los mismos en el año 2030. La negativa de la Generalitat Valenciana a validar el proyecto de una estación subterránea en el casco urbano, en la zona sur, choca frontalmente con el propio plan general de 2006 que, redactado por el PP entró en vigor durante el tripartito de aquel momento, recogía una reserva de 2.400 metros cuadrados. El objetivo final pasa por facilitar los desplazamientos de los vecinos a la capital valenciana, de forma se evitaría que vehículos particulares tuviesen que trasladar, previamente, a los viajeros a la estación de metro dada su lejanía.