La oposición de la Pobla de Vallbona languidece entre el desconcierto y la falta de liderazgo político desde que se inició la presente legislatura
TICO DE VICENTE. La Pobla de Vallbona.
Miguel Ángel Huerta, Vox.
En este contexto, primero Vox empezó
con la misma fuerza a la par que se iba diluyendo como un azucarillo en un vaso
de café. Ciudadanos continúa “desaparecido” y sumido en un mar de dudas
provocado por los bandazos que sus dirigentes estatales protagonizan,
periódicamente, en diversas partes de España. La adhesión que provocaba hace un
par de años se ha evaporado y sobre sus espaldas se cierne la desaparición si
la crisis que corroe sus entrañas no se ataja por completo. Por último, el
Partido Popular de la Pobla de Vallbona todavía no ha asimilado la derrota que
en el año 2015 lo envió al banco de la oposición tras dos legislaturas
-2007-2015- al frente del ayuntamiento con sendas mayorías absolutas. Su labor
se centra en sortear y capear las crisis internas que, en el ámbito autonómico,
lo tienen sumido en la inacción. Carecen de estrategia y de una hoja de ruta viable
con sus objetivos consustanciales. Su líder y portavoz municipal, Mari Carmen
Contelles, tiene una capacidad oratoria notable, pero carece, al mismo tiempo, de
una continuidad cronológica y de un trabajo de fiscalización notable sobre la
labor del gobierno local.
"Técnica del cazador"
Precisamente, los tres partidos de
la oposición tienen en común la falta de un proyecto duradero de control sobre
los partidos que componen el ejecutivo de la Pobla de Vallbona. Agazapados tal
cazador a la espera de una buena pieza que sobrevuele su área de acción, vierten
sobre el fallo del contrario todo su activo actual. O lo que es lo mismo, creen
más en el fallo del contrario o en alguna “clavà de pata” sus expectativas
electorales. Sus credenciales son similares a las oposiciones que existen,
también, en muchos municipios de la comarca. Fiscalizar y controlar no es una
labor sencilla ni grata. Sin embargo, es uno de los resortes a su alcance para
conseguir sus logros. Su paciencia y su grado de esfuerzo son los ingredientes
que pueden marcar su éxito o su fracaso. El tiempo, por supuesto, dejará a cada
uno en su lugar.
En las monarquías absolutistas y también en las dictaduras, lo propio es la obediencia, sean como sean. En las democracias también es obligada la obediencia - cuando las cosas se hacen bien, y la oposición - cuando se hacen mal, lo que da a las democracias - donde todos son demócratas - más eficiencia de los gobernantes, pues de no ser eficientes la oposición lo muestra.
ResponderEliminarLo que esta claro en toda oposición democrática es que se necesita además de carácter, se necesita acierto. Pues con acierto de la oposición se corrigen muchos fallos de los que gobiernan.
En la Pobla de Vallbona quienes gobernaron y quienes gobiernan tienen muchos fallos, pues quienes llegan al poder gubernativo gobiernan por predisposición sicopática de taras políticas anteriores, que nada tienen que ver con las necesidades reales del momento. Y quienes han sido oposición, y quienes lo son, repiten las mismas sicopatías.
Lo curiosos es ver en la Pobla de Vallbona que siempre estamos tropezando en las mismas piedras, no corregimos, y gobierne quien gobierne, y sea la oposición la que sea, nos lucimos metiendo la pata, y siempre en la misma piedra.
So. Andrés Castellano Martí.