La Pobla de Vallbona encara el ecuador de la legislatura con la incertidumbre ante las próximas elecciones municipales, con dudas e interrogantes en los candidatos electorales
TICO
DE VICENTE.- La Pobla de Vallbona. El próximo mes de junio se cumplen,
estrictamente, los dos primeros años de la actual legislatura o lo que es lo
mismo, el ecuador del actual mandato en el que de un acuerdo de gobierno con Compromís
-en el periodo 2015 a 2023- se ha pasado a otro opuesto, con el Partido Popular
como principal formación en el poder. En el medio, los partidos municipales se
erigen como los que marcan la balanza hacia un costado o hacia el otro. Lejos quedan
ya aquellas semanas frenéticas previas a la sesión de investidura en las que
las jornadas interminables de negociaciones, reuniones e intercambio de
pareceres se sucedían de forma imparable. A dos bandas, no fue hasta tres días
antes cuando se desvelaba una de las incógnitas mayores conformadas en la Pobla
de Vallbona: el destino de la alcaldía, el partido que la desempeñaría a lo
largo de la presente legislatura que, finalmente, sería durante los tres primeros
años por parte del Partido Popular y el último ejercicio por parte de Centrats.
Desde entonces, todos los partidos con representación en el pleno municipal,
tanto gobierno como la oposición, han tratado de amoldarse a la nueva función
encomendada primero por los ciudadanos con su voto y, finalmente, por los propios
partidos políticos a la hora de muñir una nueva mayoría para pactar el futuro
ejecutivo. Acoplarse a ese papel ha sido una de las constantes que tanto unos
como otros han tratado de desarrollar en las sesiones plenarias, principalmente,
uno de los foros con mayor impacto y relevancia social en una localidad que encara
ya los 29.000 habitantes, uno de los síntomas mayores del crecimiento poblacional.
Aunque todavía es pronto para confirmar
o descartar candidatos en los principales partidos políticos, lo bien cierto es
que cualquier gesto, comentario, crítica o silencio es descrito ya como toda
una declaración de intenciones. En algunos casos, existen partidos políticos
que podrían cambiar de candidato o candidata por “jubilación” política o real
o, simplemente, como fórmula idónea para incrementar el apoyo electoral en los
próximos comicios del año 2027. El cambio de alcaldía previsto para el próximo
año 2026 se configura como un punto de inflexión en la legislatura en un
momento en el que buena parte de los proyectos que se están gestando actualmente
se podrían concluir en unos casos y en otros iniciar las obras. Saber vender
esos proyectos es una de las incógnitas que suscitan más controversia en
algunos estamentos políticos.
Los movimientos internos que se
suscitan en algunas formaciones políticas podrían terminar de decidir el futuro
de estas incógnitas que servirían, en gran medida, para dar un impulso a
determinadas políticas o actuaciones encaminadas a conseguir un gancho que pudiese
decidir la balanza en los comicios previstos para el año 2027. Un fallo, un
error de cálculo o una lectura política errónea podría dar al traste con cualquier
meta u objetivo por parte de las diversas formaciones políticas. La calma, la
estrategia y una hoja de ruta clara y concisa se vislumbran como una de las
claves.
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