Bétera confunde a la Pobla de Vallbona con la Pobla de Farnals en un informe técnico que rechaza las alegaciones de los vecinos y del ayuntamiento contra la ampliación de la granja de vacas
TICO DE VICENTE.- La Pobla de Vallbona. Una simple
confusión, una errata, una equivocación o fruto del azar. Lo bien cierto es que
la abundancia de la Pobla en el ámbito de la Comunitat Valenciana ha vuelto a
jugar una mala pasada en el sector de la administración pública. Según ha
podido saber Infopoblano, en esta
ocasión se trata de una documentación en la que se ha visto inmiscuida la Pobla
de Vallbona a cuenta del contencioso que mantiene esta localidad con la vecina
de Bétera. El motivo cabe buscarlo en las molestias que socavan la tranquilidad
de los vecinos del área norte del término municipal de la Pobla de Vallbona por
la existencia de una granja de vacas con más de 3.000 cabezas. En concreto, se
trata de los vecinos correspondientes a las urbanizaciones de Lloma Llarga I,
VistaCalderona o el Cerrao, entre otros. Desde hace años emprendieron una
cruzada contra las molestias que generan esta nave de vacas, pero en ningún
caso contra la propia actividad, según han declarado públicamente los vecinos
de esta zona de la localidad. Por ello, desde que iniciaron su especial camino
para recuperar la tranquilidad y sosiego han llevado a cabo multitud de
iniciativas y proyectos para ver cristalizados sus objetivos más inmediatos.
Sin embargo, un hecho ha encendido, más si cabe, las alertas de estos vecinos: la
modificación puntual del plan general de ordenación urbana (PGOU) de Bétera
para la “compatibilización del uso ganadero intensivo en un área del suelo no
urbanizable de protección por productividad agrícola grado 1”, o lo que es lo
mismo, un paso previo a la ampliación de esta actividad y a la potenciación de
la actividad ganadera.
Desde entonces, los vecinos han tratado de atraerse a su
orilla el apoyo del Ayuntamiento de la Pobla de Vallbona. Primero, en la
anterior legislatura con el equipo de gobierno liderado por Compromís y, ahora,
el ejecutivo local encabezado por el Partido Popular. De esta forma, los
vecinos han querido que a su fuerza se añadiesen todos los recursos del ayuntamiento
a su alcance, todos los resortes y la maquinaria administrativa local para hacer
frente a su anhelado objetivo, el traslado de esta actividad a otra parte del término
municipal de Bétera donde no cause molestia alguna a los vecinos. A las
alegaciones de los vecinos de la Pobla afectados se han unido las alegaciones
del propio ayuntamiento contra el acuerdo de su homólogo de Bétera. Todas ellas
han sido rechazadas por el ejecutivo beterense, sin ambages y sin dudas.
Sin embargo, si bien se dice que el mejor escribiente
echa un borrón, en este caso el informe técnico redactado por el propio
Ayuntamiento de Bétera ha sido un buen reflejo de esta máxima. Todo a cuenta de
la resolución de las alegaciones recibidas en este consistorio en la que afirma
de forma taxativa que “respecto a la contaminación de aguas subterráneas por
los purines, las manifestaciones del Ayuntamiento de la Pobla de Farnals no se
apoyan en informe suscrito por técnico competente alguno”.
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