La Pobla de Vallbona ingresará hasta 1.200 euros anuales por el uso de terrenos de titularidad municipal para el pasto de los animales
TICO
DE VICENTE.- La Pobla de Vallbona. La de pastor es, hoy en día, una
profesión muy reducida al ámbito rural, lastrada por los escasos beneficios, la
dureza de las tareas del día a día de los propios pastores que se dedican a
ella y por la fuerte competencia que las grandes empresas realizan desde hace
tiempo y que suponen un enorme obstáculo para la subsistencia de aquellos casos
individuales. Salir con los propios rebaños, realizar larguísimos trayectos y
viajes por los términos municipales a la búsqueda de nuevos terrenos donde los
animales puedan comer y alimentarse con productos variados, sanos y saludables
sin ningún tipo de problemas. La televisión ha ejercido, históricamente, un papel
fundamental a la hora de configurar una luz de romanticismo y heroicidad para
todos aquellos profesionales que se dedican a esta dura tarea. Lejos quedan aquellos
años en los que la Pobla de Vallbona era un término municipal en el que la “voracidad”
urbanística todavía no había hecho acto de presencia con decenas y decenas de programas
urbanísticos que se encargarían de rellenar de viviendas y edificios buena
parte de las tierras de esta localidad de Camp de Túria. A medida que se aprobaban
y se construían a la velocidad del rayo centenares de chalés y viviendas a lo
largo de los cuatro puntos cardinales de la Pobla de Vallbona el número de
terrenos y extensiones destinadas a los pastos de los rebaños se iban
reduciendo. Inversamente proporcional era la ecuación entre la construcción de
vivienda y la existencia de espacio de cultivos destinados a garantizar la
comida de esos mismos rebaños en la localidad. De hecho, la de pastor ha sido
una profesión muy arraigada y conocida en buena parte de las localidades de la
comarca de Camp de Túria, un espacio donde la agricultura y la ganadería eran
una buena fuente de riqueza y trabajo entre sus habitantes. Sin embargo, a medida
que la sociedad ha ido evolucionando y prosperando con una mayor presencia de
la tecnología en todos los procesos productivos, la profesión de pastor ha ido
desapareciendo al mismo ritmo, sin ningún género de dudas.
De hecho, en el caso de la Pobla de
Vallbona el inicio del camí del Safareig, junto al propio casco urbano, fue una
de las áreas con mayor actividad de los pastores, con numerosas cuadradas
dedicadas a albergar los rebaños de ovejas, uno de los principales animales que
durante años eran una parte importante en el paisaje habitual de la localidad,
con el paso de las ovejas y sus dueños por buena parte de las calles del extrarradio,
en cuyo suelo se quedaban los restos de los excrementos de los propios animales.
Esta situación se ha vuelto, por el contrario, en una mera anécdota en la
actualidad.
Sin embargo, pese a la decadencia de
este sector de la ganadería, circunscrita ya al ámbito individual, deben afrontar
el pago de un canon que en el caso de la Pobla de Vallbona está cifrado en un total
de 1.200 euros anuales por el aprovechamiento de los pastos en las parcelas de
titularidad municipal por un periodo determinado de tiempo. Se trata de una
medida que lleva implantada y ejecutándose desde hace años, recogida en el
presupuesto anual.
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