La Pobla de Vallbona: lo que la “burbuja” inmobiliaria se llevó en la localidad, varios edificios se quedaron sin terminar desde hace años
TICO DE VICENTE.- La Pobla de Vallbona. Estaban
llamados a cubrir un espacio importante durante la época del “boom”
inmobiliario, entre finales del siglo pasado y la primera década del actual,
pero diversos motivos dieron al traste con todo. Los “felices” años de la
denominada “burbuja” se caracterizaron por una política urbanística desaforada,
descontrolada y sin ningún tipo de planificación ni ordenamiento. La falta de
esta planificación se extendía a buena parte de los municipios valencianos,
entre los cuales la Pobla de Vallbona no era, ni muchos menos, una excepción. De
hecho, esta localidad era una de las punteras en materia de aprobación de
planes urbanísticos, fruto del cual hoy en día la localidad es una de las más
pobladas en el conjunto global del Camp de Túria, acechando al vecino municipio
de Bétera, líder indiscutible desde hace unos años, según la información a la
que ha tenido acceso Infopoblano. Por
ello, la Pobla de Vallbona es uno de los ejemplos paradigmáticos que dejan a
las claras las consecuencias de la citada falta de planeamiento adecuado a su
crecimiento. Falta de dotaciones en materia educativa o sanitaria son algunas
de las carencias que obligan a estrujarse el cerebro al máximo a la hora de
buscar un terreno de propiedad municipal que permita ejecutar una necesidad a
corto y medio plazo. El colegio de Campés en el que se paga un alquiler por
ocupar los terrenos o el segundo futuro instituto de secundaria en una zona sin
desarrollo previsto son algunos de los ejemplos detectados durante los últimos
años.
A ello cabe recordar que el plan general de ordenación
urbana (PGOU) vigente actualmente, datado del año 2006, preveía hasta 90.000
habitantes si se desarrollaba en todos sus extremos, gracias a la veintena de
programas de actuación integrada (PAI) que se iban a poner en marcha, si bien, finalmente,
no se ejecutaron en todos sus extremos. Además, según ha podido saber este
periódico, la previsión era construir 16.000 nuevas viviendas en el término
municipal, sin que en modo alguno se haya alcanzado esta cifra. El estallido
del boom que se vivió durante la época dorada del “ladrillo” dio al traste con
cualquier previsión, por más optimista que era el plan general. La resaca de
aquellos años es visible, actualmente, en muchas zonas del casco urbano,
principalmente, en el que subsisten numerosos edificios y fincas a medio
terminar. No hubo suficiente presupuesto para terminarlos, las empresas
constructoras e inmobiliarias entraron en crisis, otras empresas perdieron
estas viviendas en procesos de subastas o embargos. Al final muchas de ellas
pasaron a manos de entidades financieras, principalmente.
Las fincas de la zona denominada SRC-IBM constituyen el
ejemplo más claro de las consecuencias que a día de hoy se están pagando todavía.
Para reactivarlas, el Ayuntamiento de la
Pobla DE Valllbona ha decidido una modificación de la licencia urbanística para
pasar de oficinas a viviendas residenciales, con el objetivo de que puedan
concluirse y ponerse a la venta a medio o largo plazo. Otros edificios sin
terminaron permanecen en la avenida Vicario Camarena, José Garrido Farga, o la
calle la Palma. La mayoría son edificios, si bien también existen algunos en
forma de adosados.
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