Un toque de atención
TICO
DE VICENTE.- La Pobla de Vallbona. Ni en los mejores guiones
cinematográficos habrían superado la realidad de lo que ocurrió en el pleno en
el que se aprobó el presupuesto económico del próximo año 2024 para el
Ayuntamiento de la Pobla de Vallbona. Eran los primeros presupuestos de un
nuevo gobierno, de una nueva coalición y de unos nuevos tiempos en la localidad
tras dos legislaturas consecutivas en las que el ejecutivo local estaba formado
por Compromís, PSOE, Cupo y Esquerra Unida en la primera mientras que en la
segunda a Esquerra Unida le sustituyó Contigo, luego convertido en grupo no
adscrito. Sin embargo, lo que en un principio parecía un pleno de trámite, con
un equipo de gobierno –PP, Centrats y Cupo- que aprobaría las cuentas del
próximo año sin problemas gracias a su mayoría absoluta y con el posible apoyo
de Vox, saltó la gran sorpresa. Con gestos y rostros de incredulidad y
sorpresa, el portavoz de Vox, Miguel Ángel Huerta, realizó un duro alegato
contra el equipo de gobierno, en especial contra el Partido Popular, encargado
de gestionar el área de Hacienda. En las formas y en el fondo del presupuesto,
las críticas de Vox hacia el documento económico fueron muy duras. En primer
lugar, por la premura en la aprobación del presupuesto y el poco intervalo de
tiempo para estudiarlo y, además, por la falta de participación de la oposición
en la elaboración del mismo. “Es el primer año en el que el presupuesto no se
nos da con la suficiente antelación, esto no se estudia en dos tardes; es la
primera vez que el gobierno no pide opinión a los grupos de la oposición, antes
nos enviaban un correo por si queríamos aportar”, fueron las palabras exactas
de Huerta a la línea de flotación del grupo popular.
Sin embargo, más allá de los
aspectos formales, fue el fondo del presupuesto donde más se incidió desde Vox.
Por su aspecto “continuista” y “social comunista” ya que, en su opinión, siguen
la línea de los presupuestos que elaboraba el anterior ejecutivo local
encabezado por Compromís. “El PP no baja los impuestos y el gobierno es
continuista, lo que prometían en campaña no es lo que están haciendo ahora”,
añadió el portavoz de Vox en una intervención que no solo causó sorpresa en la
opinión pública, sino, especialmente, entre los integrantes del equipo de
gobierno, con gestos desencajados y de evidente incredulidad ante las palabras
de Huerta. La sintonía entre el alcalde y el portavoz de Vox con conversaciones
cada semana, según se ha deslizado en algunas ocasiones por parte de la oposición,
se resquebrajaba por completo. Las palabras configuran, con todo, un toque de
atención de Vox hacia el PP, conscientes de que, si bien no es necesario su
apoyo para formar mayoría absoluta en los plenos, los electorados de ambas
formaciones ven con “buenos ojos” la sintonía entre ambas formaciones
políticas.
El toque de atención que realizó Vox
al PP es un aviso a los populares de que su apoyo no es incondicional ni un cheque en blanco, sino que
dependerá de las acciones que los populares lleven a cabo al frente del gobierno. En Vox no quieren ser el comodín que utilice el PP para evitar derrotas en los plenos cuando alguien del gobierno falle en su asistencia, como así ocurrió a principios de la presente legislatura. En el fondo
supura, todavía, el proceso de formación del ejecutivo local en el que Centrats
y Cupo se unieron en las negociaciones como un solo partido, de forma que la participación
de Vox no sería necesaria para formar el futuro gobierno. Fue la jugada maestra para que el PP aceptase sus condiciones si quería recuperar la alcaldía. Los próximos plenos
serán cruciales para dilucidar las futuras conexiones o desconexiones entre
unos y otros.
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