Propietarios de terrenos del futuro instituto de la Pobla de Vallbona tachan de “oportunismo político” el proyecto y alertan de la falta de agua en este sector urbanístico
TICO
DE VICENTE.- La Pobla de Vallbona. Nunca llueve a gusto de todos. Esta
conocida máxima se podría aplicar al proceso administrativo que se está
llevando a cabo en la Pobla de Vallbona a cuenta de la futura construcción del segundo
instituto de educación secundaria (IES) que se ha planificado en el denominado
sector urbanístico del R-18. Este ámbito se circunscribe a los terrenos situados
entre el casco urbano y la conocida ronda norte de la localidad, en una zona
con terrenos, actualmente, yermos, abandonados y sin ningún tipo de expectativa
de desarrollo o ejecución durante los próximos años. Esta zona está contemplada
como suelo urbanizable en el actual plan general de ordenación urbana (PGOU)
que se aprobó en el año 2006. La puesta en marcha de todos los mecanismos para
impulsar la construcción de este centro educativo servirá para aliviar la
actual situación de masificación que sufre el actual instituto de secundaria de
la Vereda cuyas instalaciones se van a ampliar para mejorarlas, principalmente.
De hecho, la masificación en la Vereda es una de las consecuencias directas de
la endémica problemática que sufre la Pobla de Vallbona por la ausencia de una
planificación urbanística y una ordenación territorial adecuada que ha
desembocado en la falta de determinados servicios e infraestructuras públicas.
En este sentido, la construcción del segundo IES está encaminada a paliar el
déficit en infraestructuras educativas en la localidad.
Sin embargo, en el farragoso proceso
administrativo para llevar a cabo la construcción del segundo instituto surgen
determinadas acciones que pueden ralentizar la marcha, entre los cuales cabe
destacar las alegaciones que interponen los propietarios del suelo incluidos en
este sector urbanístico en expansión. Hasta un total de 5 alegaciones se han
presentado por parte de cuatro propietarios privados y una mercantil y que han
sido resueltas por parte del pleno municipal. Muchas de ellas convergen en
algunas razones, como el considerar que el proyecto del instituto responde a “oportunismo
político”, además de considerar que no se considera la posibilidad de aportar
otros métodos que no sean las aportaciones en metálico para satisfacer las
necesidades del PAI, la insuficiencia de recursos hídricos en la zona para
desarrollar el plan o las excesivas cargas económicas, entre otros aspectos.
Desde el ayuntamiento se aduce que
se han realizado los estudios económicos correspondientes para valorar las
cargas que conllevará el plan urbanístico y que deberán abonar los propietarios
de los terrenos incluidos en el mismo, de acuerdo a la actual legislación urbanística
vigente. Además, desde el ejecutivo local se desliga la falta de interés por
parte de promotores inmobiliarios en el proyecto con la necesidad de impulsar
el R-18 para llevar a cabo el segundo instituto. Por último, en cuanto a la
posible falta de agua, se recuerda que el PGOU ya preveía capacidad para atender
a 90.000 habitantes.
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