La declaración de “zona catastrófica” en la Pobla de Vallbona puede suponer la llegada de ayudas económicas para paliar las pérdidas millonarias
TICO DE VICENTE.- La Pobla de Vallbona. A medida
que pasan las horas continúa la incertidumbre sobre los plazos, los efectos y
la posibilidad que la declaración de “zona catastrófica” sea una realidad en la
Pobla de Vallbona. El ejecutivo local ha anunciado en las últimas horas la
solicitud al gobierno de España para que el municipio reciba esta calificación
extraordinaria que se concede, solamente, en casos puntuales y de acuerdo a una
serie de requisitos y características muy determinadas. Muchos de los
propietarios y dueños de viviendas, parcelas, chalés o casas de campo esperan
con una gran avidez la respuesta del ejecutivo central sobre esta declaración
que, en la práctica, puede desencadenar una serie de efectos positivos sobre la
economía local. Se trata de una calificación que reciben aquellos lugares,
ciudades y espacios que han sufrido los efectos negativos y los perjuicios
derivados de los fenómenos naturales como el caso de grandes nevadas, hielo o
lluvia. En el caso de la Pobla de Vallbona, en poco más de una hora, las
primeras vespertinas del pasado domingo, se llegaron a registrar 40 litros por
metro cuadrado, con vientos de hasta 98’2 kilómetros por metro cuadrado, según
los datos hechos públicos por la Associació Valenciana de Meteorologia (Avamet)
consultados por Infopoblano. Sin
duda, fueron los datos más elevados de la comarca de Camp de Túria, sólo
superados por la vecina localidad de Benaguasil en el caso de las
precipitaciones en aquella jornada.
Coches con las lunas rotas, resquebrajadas, dañadas o,
absolutamente, hechas polvo fueron una de las consecuencias de esta actividad
atmosférica. Incluso, en algunas calles los árboles no resistieron las
embestidas del viento y cayeron sobre los vehículos o turismos estacionadas en
la vía pública. Además, en áreas residenciales los efectos se dejaron sentir en
las carreteras, con árboles desmembrados del suelo, rotos o desvencijados por
las rachas de viento. Las viviendas de determinadas áreas, también, fueron
ampliamente vapuleadas por el granizo y las lluvias torrenciales que se
traducen, paralelamente, con pérdidas millonarias que alcanzan cifras económicas
muy elevadas. Por ello, la posibilidad de que en las próximas jornadas la Pobla
de Vallbona se pueda declarar “zona catastrófica” se vislumbra como uno de los
instrumentos más factibles para resolver la situación.
Por lo pronto, deberá ser debatido y, en todo caso,
aprobado por el Consejo de Ministros que significaría la habilitación de una
nueva línea de ayudas económicas para los perjudicados de estos agentes
atmosféricos excepcionales. En ese caso, a las indemnizaciones que cada
propietario reciba de sus respectivas agencias aseguradoras se podría unir la
línea procedente del mismo Estado, que garantizaría nuevas ayudas económicas,
por tanto, los damnificados tendrían dos coberturas para afrontar los daños
causados por el temporal de granizo, lluvia y viento. En este caso, no sólo se
dirigiría a paliar los adversos efectos sobre las viviendas o casas
particulares sino, también, sobre el tejido industrial o empresarial local. Las
próximas horas serán clave.
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