La Pobla de Vallbona reduce el pago de las facturas a los proveedores del ayuntamiento hasta los 24’78 días
TICO
DE VICENTE.- La Pobla de Vallbona. Tan importante como llevar a cabo
unas obras dentro del plazo previsto o servir los materiales a tiempo es,
también, cobrar por los servicios prestados en un espacio temporal razonable.
Las administraciones públicas se afanan por cumplir los plazos legales que se
estipulan actualmente las relaciones con las empresas privadas que se encargan
de acometer los proyectos, obras y servicios públicos. Uno de los aspectos que
se tienen en cuenta a la hora de analizar esas relaciones bilaterales son los
plazos temporales, es decir, los denominados pagos de los proveedores.
Históricamente, no existía un protocolo establecido a la hora de proceder al
pago de esos proveedores que se han afanado por llevar a cabo sus obligaciones.
En algunos casos, incluso, se ha llegado a contabilizar más de un año en el
pago a los proveedores, una práctica muy extendida en algunos ayuntamientos. No
obstante, se trata de estadísticas en las que la excepción confirma la regla
general. De esta forma, los arcos municipales se encargan de pagar las
obligaciones a las que tenga lugar la citada administración en el menor tiempo
posible. Siempre no existe la posibilidad de abonar las facturas en un plazo
temporal determinado. El Ministerio de Hacienda hace públicos los balances en
cada una de las administraciones.
Un máximo de 30 días es el plazo
estipulado por parte del Gobierno central a la hora de determinar si una
administración cumple con la parte estudiada: abonar el importe de la factura. La
situación que se llega a alcanzar en un ayuntamiento o una administración
pública local a lo largo de un plazo de tiempo es el que aboca a incluir a un
ayuntamiento en un mecanismo extraordinario: el pago de las facturas en cerca
de cincuenta días. La situación se circunscribe en gravedad, hasta el punto que
el gobierno constituyó a principios del pasado ejercicio una lista de las administraciones
que más deben a los proveedores. En el caso de la Pobla de Vallbona, el
ayuntamiento ha pasado de pagar en un plazo de 10’6 días a finales del año 2018
a los 20’2 días en septiembre del pasado ejercicio de 2022. Cabe recordar que
30 días es la frontera que separa los ayuntamientos estrictos con los que se
caracterizan por el abandono de sus obligaciones. Incluso, la ratio de operaciones
pendientes de pago se ha triplicado, como es el caso de diciembre de 2015 con 4’51
operaciones a las 15’04 del mes de junio de 2022.
La situación que se vivió en plena
pandemia, en los meses del confinamiento que se ejecutó entre marzo y mayo de
2020, se trasladó, a su vez, a los plazos estipulados en los pagos de las facturas
de las administraciones públicas. En el mes de marzo del año 2020, el periodo
medio de pago se disparó hasta los 59’79 días por cada factura o los 41’89 en
junio de aquel año. Por ello, no hay que romper el trazo de la brocha con la
que se llegó a dibujar este importante plazo de pago. Los meses precedentes se
habían rebasado las previsiones más positivas u optimistas, con 9’93 días 11’67
días en junio de 2019. Sin embargo, tras las duras semanas del confinamiento se
pasó a una fase en la que las aguas volvieron a su cauce habitual, con casi una
tercera parte, de los 59’79 días de marzo de 2020 se pasó a los 20’31 de
diciembre del mismo año.
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