La Pobla de Vallbona continúa en riesgo medio por coronavirus con 61 casos por cada 100.000 habitantes en medio del debate sobre el pasaporte covid
TICO DE VICENTE. La Pobla de Vallbona
Los expertos avisaban hace semanas sobre las consecuencias negativas que el descenso de las temperaturas tendría sobre el coronavirus, no solo porque soporta mejor la llegada del frío sino por el cambio de las costumbres de los ciudadanos. Una bajada del termómetro obliga a una inmensa mayoría de las personas a dejar las terrazas para el verano o la llegada del buen tiempo y optan, por tanto, por entrar a los interiores de los establecimientos de restauración. Los interiores son, por ende, un foco de contagios habida cuenta la escasa ventilación que desarrollan muchos de ellos. Es en esta tesitura donde cobran importancia los nuevos casos de contagios que obligan a tomar mayores medidas de prevención y, en algunas situaciones, a volver a las restricciones, En el ámbito europeo, Austria ha sido el primer país en el que los ciudadanos se confinarán durante un plazo de tres semanas. Con esta decisión se pretende una rebaja del nivel de contagios, como así se ha tomado en las olas precedentes sino, también, evitar la salida de los hogares de las personas que no han querido vacunarse. Además, Austria no ha querido tomar más riesgos y pretende que aquellos ciudadanos que se niegan a inocularse ninguna dosis cambien de opinión y, finalmente, decidan optar por la vacuna. De hecho, este país es uno de los que menos dosis se han inoculado sus habitantes. Por último, cabe destacar que en medio de esta situación se ha añadido un debate nuevo: la posibilidad de exigir un pasaporte covid con ciertas limitaciones para acceder, con todas las garantías médicas, a determinados espacios que se desarrollan en los interiores. Se trata de una media “de fuerza” que, actualmente, la conselleria de Sanitat Unversal está estudiando con los órganos de asesoramiento jurídico antes de ponerlo en marcha. Su encaje con la actual legislación es una de las cuestiones que está sobre la mesa de la Generalitat. De su constitucionalidad o no depende su puesta en marcha.
En la comarca de Camp de Túria, uno
de los municipios con un menor volumen de población como Benissanó -con 2.260 habitantes-
se sitúa ya en 132 casos por cada 100.000 habitantes y Benaguasil –con otros 10.988
vecinos- con otros 473 casos de incidencia acumulada por cada 100.000
habitantes. Sólo en cinco municipios se mantiene la incidencia cero, es decir,
las localidades de Casinos, Gàtova, Loriguilla, Marines y, por último, Serra.
El resto tienen determinados casos que se han registrado en las últimas
semanas. En solo cuatro semanas, la incidencia media comarcal registrada el pasado
20 de octubre era de 32 casos, mientras que la fijada el 17 de noviembre se ha
doblado hasta los 66 casos en total. Los núcleos más poblados de Camp de Túria
prosiguen una escalada progresiva y constante. Bétera es, de lejos, la que
mayor incidencia experimenta con 82 casos, seguida de Riba-roja de Túria con
otros 62 casos, la Pobla de Vallbona con 61 casos y Llíria, capital comarcal,
con otros 43 en total. Otras localidades con un aumento de contagios es San
Antonio de Benagéber con 55 casos, l’Eliana con 38 casos o Nàquera con otros 30
por cada 100.000 habitantes.
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