TICO DE
VICENTE. La Pobla de Vallbona
La pandemia no entiende de verano,
ni de vacaciones ni de descanso. Ni tan siquiera su inicial rasgo estacional ha
permanecido a lo largo del casi año y medio que transita por todo el planeta a
sus anchas. Sin complicaciones y sin dificultades. En las últimas semanas se ha
vuelto a acentuar su carácter vivo y dinámico. Las nuevas variantes que han
aparecido son más fuertes ante las vacunas que poco a poco se van inoculando a
la mayoría de la población y hacen estragos. Ni las áreas rurales se libran de
sus efectos. Son el ingrediente necesario para convertirse en el aguafiestas
del verano. Lo que en un principio se configuraba como una época estival lo más
“normal” posible lleva camino de perfilarse como un dolor de cabeza y un
inconveniente desgraciado para cualquier ciudadano. Los efectos de su paso
hacen estragos en la mayoría de los municipios valencianos y la comarca de Camp
de Túria no son, por ende, un oasis en medio del desierto. Más de un centenar
de nuevos casos se contabilizan entre todas las localidades en solo dos días de
diferencia. Al menos son las conclusiones de los datos que la conselleria de
Sanitat Universal ofrece, puntual a la cita, de forma periódica. Los grandes
núcleos, los más poblados, son los más azotados por la pandemia. Ni las
restricciones impuestas la semana pasada por la Generalitat, toque de queda
incluido, ni la proliferación de las vacunas son un impedimento suficiente para
contener el coronavirus.
La incidencia acumulada por cada
100.000 habitantes marca el paso sobre la evolución que la pandemia recorre en
cada localidad. Benissanó sobresale sobre el resto de localidades, con hasta
1.327 casos, merced a los 30 contagios localizados en los últimos catorce días.
Sobre todo, si tenemos en cuenta que su población es de solo 2.260 habitantes. Cuatro
localidades, Benaguasil, l’Eliana, Riba-roja de Túria y Vilamarxant, forman el
grueso de las restricciones impuestas con un toque de queda de 1 a 6 de la
madrugada. Y la evolución de las últimas jornadas no solo no desvanece la
posibilidad de retirar el toque de queda, sino que amenaza con extenderse a
otros municipios que no pueden contener las cifras. Solo Serra no ha registrado
ningún caso en los últimos catorce días. Solo un caso aislado en la comarca. Las
cifras son elevadas. La incidencia alcanza los 691 casos por cada 100.000
habitantes en Benaguasil, otros 685 en l’Eliana, 750 en Riba-roja de Túria o
407 en San Antonio de Benagéber que, con sus escasos 9.000 vecinos, acumula 37
casos en las dos últimas semanas. Un dato nada desdeñable.
En la Pobla de Vallbona las cifras
van en aumento, a un ritmo endiablado y con un paso firme. En solo catorce días
se han detectado hasta 127 casos de coronavirus entre sus habitantes. Desde el
pasado 11 de julio la acumulación por 100.000 habitantes ha pasado de los 413
de aquel momento a los actuales 519. Las autoridades científicas y médicas
continúan con sus consejos y recomendaciones para contener la pandemia y
evitar, por tanto, posibles complicaciones sanitarias en un futuro. Marines con
492 casos de acumulación o Vilamarxant con otros 452 son un buen ejemplo y una
advertencia de que el Covid no entiende de bromas ni de algarabías. Ahora solo falta el criterio del TSJ para decidir si el toque de queda se extiende a otros 45 municipios de la Comunitat hasta mediados de agosto después de que hace quince días se implantase esta dura medida restrictiva a los 32 municipios iniciales.
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