La Pobla de Vallbona vuelve a tener una pescadería de proximidad un año después de cerrar la última en el contexto de la crisis del pequeño comercio
TICO
DE VICENTE.- La Pobla de Vallbona. Un año después, la Pobla de Vallbona
vuelve a tener una pescadería de proximidad. Ese el plazo que ha transcurrido
desde que a principios del pasado verano bajó la persiana, nunca mejor dicho,
la última pescadería de barrio que existía en la Pobla de Vallbona en un
contexto de dificultad para el pequeño comercio, azotado, cada vez más, por la crisis
económica y la competencia feroz y furibunda de las grandes superficies comerciales.
La Pobla de Vallbona, por ende, no ha vivido al margen de esta evolución del
mercado económico marcado por un alza de los precios, una reducción de los
márgenes de beneficio y un cambio profundo y vertiginoso en el mercado lacerado
por las nuevas formas de compra. Por este motivo, poco a poco se han ido
cerrando, traspasando o alquilando los comercios y las actividades existentes
en la localidad. El cierre de los pequeños y medianos comercios ha ido
acompañado de una mayor apertura y promoción de los grandes supermercados y
superficies comerciales que han ido ganando mayor cuota de mercado. Esta
evolución ha sido una constante que se inició hace ya años pero que se ha
intensificado, notablemente, desde el inicio de la pandemia del covid. En la
Pobla de Vallbona el cierre de comercios y determinadas actividades se puede
comprobar con un simple paseo por algunos barrios, avenidas y calles del casco
urbano. El bulevar comercial que configuran las confluencias de las calles
Poeta Llorente con Colón son un buen ejemplo de esta tendencia que poco a poco
ha supuesto el declive de una parte importante del tejido económico de la
localidad.
De hecho, la última pescadería de
arraigo familiar situada en la propia calle Colón, frente al mismo ayuntamiento,
cerró a las puertas del pasado verano y desde entonces la Pobla de Vallbona se
había quedado sin una referencia local, tal y como avanzó en exclusiva Infopoblano. Las grandes superficies
comerciales y supermercados han sido la única alternativa a uno de los sectores
más castigados, el pequeño comercio. Sin embargo, un año después la misma
pescadería ha vuelto a abrir sus puertas en uno de los enclaves más poblados,
en el núcleo más nutrido de habitantes, en medio de decenas de edificios y
fincas de diversas de hasta 5 y 6 alturas que elevan a rango superior la
potencial demanda existente en el municipio.
La proliferación de nuevos enclaves
comerciales comandados por el surgimiento de majestuosas actividades, almacenes
y naves habilitados es una de las constantes surgidas a lo largo de los últimos
años. De hecho, un estudio de Infopoblano
destaca sus efectos perniciosos sobre la calle Colón en la que se han cerrado
tiendas, otras se han traspasado y otra cantidad de ellas se han decantado por
puesto en alquiler por la crisis que azota al pequeño comercio. Los carteles
que anuncian esta perspectiva abundan en medio de una indiferencia endémica desde
la administración local que se convierte en una de los obstáculos para la
revitalización comercial.
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